Ganadería

La ganadería es una actividad económica consistente en el manejo y explotación de animales domesticables con fines de producción para su aprovechamiento. Dependiendo de la especie ganadera, se pueden obtener diversos productos derivados, tales como carne, leche, huevos, cuero, lana  o incluso miel en el caso de la apicultura.

Dentro del sector primario español, la actividad ganadera tiene una importancia económica notable aportando en torno a un 40% de la producción final agraria en España. De hecho, según el propio Ministerio de Agricultura, nuestro país aporta casi un 10% de la producción ganadera de toda la Unión Europea, ocupando el sexto lugar en cuanto a cabezas de ganado porcino, ovino y caprino, y el sexto en cuanto a ganado bovino.

La producción ganadera se orienta al mercado y por lo tanto, según la forma de criar al ganado, puede clasificarse de formas diversas. En cuanto a la forma de explotación podemos diferenciar entre la ganadería intensiva y la extensiva o tradicional.

En la ganadería intensiva, el ganado se encuentra estabulado, generalmente bajo condiciones de temperatura, luz y humedad controladas de manera constante, con el objetivo de incrementar la producción en el menor tiempo posible. Es un tipo de actividad que se adapta a la demanda del mercado y produce productos homogéneos que satisfacen las necesidades de comercialización a gran escala.  Sin embargo, tiene como contrapartida un gran consumo de energía generalmente derivada de combustibles fósiles y es además una actividad notablemente contaminante, debido a la acumulación de deyecciones que no pueden reciclarse en los agrosistemas convencionales. Esto implica que la ganadería intensiva no es sostenible al ser una producción lineal y no estar basada en el reciclaje de los nutrientes dentro de la base territorial de la explotación y el aprovechamiento de la energía fijada en la misma.

Por otro lado existe la ganadería extensiva. Este otro tipo de explotación aprovecha eficientemente los recursos naturales del territorio, con una baja utilización de insumos externos y principalmente mediante pastoreo. En general, se caracteriza por el empleo de especies y razas de ganado adaptadas al territorio (autóctonas en muchos casos), el aprovechamiento de pastos diversos ajustándose a su disponibilidad espacial y temporal, y el respeto del medio en el que se sustenta. En efecto, los sistemas extensivos se basan principalmente en el pastoreo de ecosistemas naturales modificados por el hombre, configurando agroecosistemas y están sometidos a los ciclos naturales.

La ganadería extensiva es una actividad sostenible que mantiene un nivel de producción sin perjudicar al ecosistema. Generalmente, las explotaciones ganaderas extensivas aprovechan todo tipos de pastos: prados, pastizales, hierbas y rastrojos; propios, ajenos o comunales, de forma permanente o temporal. Esta actividad económica es esencial para el territorio y la sociedad, ya que no solo genera productos de calidad, sino también configura paisajes, ayuda a controlar los incendios forestales, regula los ciclos del agua y la calidad del suelo, ayuda a potenciar la biodiversidad y a conservar el patrimonio cultural y la identidad territorial.

Entre sus ventajas hay que destacar la escasa necesidad de energía derivada de combustibles fósiles, su contribución a mantener los agroecosistemas naturales del entorno y su protección de la biodiversidad. Además, contribuye a prevenir los incendios forestales mediante el control arbustivo y la reducción de biomasa combustible y aprovecha también pastos naturales que sólo mediante el pastoreo y la ganadería extensiva pueden transformarse en alimentos para el hombre. Por último es destacable su poca dependencia de productos agrícolas (como cereales, soja, etc).

Entre los tipos de ganadería extensiva en España, destaca la trashumancia, que un tipo de ganadería móvil y que adapta a zonas de productividad cambiante. Este método extensivo tiene grandes ventajas, como el aumento de la fertilidad de los suelos que se benefician con la incorporación de estiércol y otros vegetales. En España, por ejemplo, muchos bosques se han conservado gracias al paso del ganado, como los pinares en Guadarrama y en la Serranía de Cuenca; los hayedos y robledales en la Cornisa Cantábrica y los encinares y los alcornocales en Andalucía y Extremadura. Los animales también contribuyen a la lucha contra los incendios, ya que tienen como alimentos materiales muy combustibles. Desde el siglo XII existe en España una ley que protege unos 125.000 kilómetros de caminos ganaderos, que equivalen a unas 400.000 hectáreas. Estos caminos permiten el movimiento de los rebaños por todo el país en régimen de trashumancia.

Sin embargo, la ganadería extensiva cuenta con inconvenientes que debido a las leyes que rigen los mercados actuales. Entre ellos cabe destacar el menor control del ambiente en que se desenvuelven los animales, la dependencia de los ciclos climáticos y una menor productividad por unidad de superficie. Además, debido a sus características no puede ajustarse fácilmente a la demanda de los consumidores y no puede proporcionar productos tan homogéneos como solicita la distribución y el mercado de las grandes superficies comerciales. Dada esta problemática, la actividad ganadera extensiva tradicional en España se encuentra en riesgo de desaparición. Todo esto, unido a la gran importancia, no sólo económica, sino también cultural y ambiental de la ganadería tradicional, hace que desde ANATUR consideremos a esta actividad como un recurso único a proteger y un legado mantener en España.

 

REFERENCIAS

  • Cabo Alonso, Ángel (1998). «Medio natural y trashumancia en la España peninsular». En F. Ruiz Martín; Á. García Sanz. Mesta, trashumancia y lana en la España moderna. Barcelona: Crítica. pp. 11-41.
  • Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, ed. (2006). «Censos y producciones ganaderas». Hechos y Cifras de la Agricultura, la Pesca y la Alimentación en España (pdf) (8ª edición). pp. 66-68. NIPO 251-06-115-0.
  • Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, ed. (2006). «Medios de producción agrícolas y ganaderos». Hechos y Cifras de la Agricultura, la Pesca y la Alimentación en España (pdf) (8ª edición). pp. 73-77. NIPO 251-06-115-0.