Urgen medidas contra la mosca negra en Aragón

Desde ANATUR – Acción Natural Ibérica queremos denunciar el calvario que están padeciendo ganaderos de la zona oriental de la Cuenca del Ebro a cuenta de la mosca negra.

Este insecto de la familia de los simúlidos está haciendo estragos con su mordedura (que no picadura) en las explotaciones ganaderas desde hace una década. Precisamente esta campaña, debido al calor y el escaso caudal de los ríos, los daños están siendo cuantiosos aunque son sistemáticamente ignorados por la administración. A pesar de los estudios y tratamientos que se están llevando a cabo por el Instituto de Salud Pública del Ayuntamiento de Zaragoza para evitar la proliferación de la mosca negra, en ANATUR creemos totalmente insuficientes las medidas tomadas y consideramos necesaria una actuación drástica contra este insecto así como una compensación a los ganaderos que ven amenazado su sustento.

Por un lado, los tratamientos contra la mosca negra con un larvicida sólo se están llevando a cabo en el río Gállego y en puntos concretos de río Ebro (Juslibol, Pasarela del Voluntariado, Puente de Piedra, Azud y La Cartuja), obviando que la mosca negra tiene un campo de actuación de hasta 20 km – 25 km, por lo que la inmensa mayoría de la rivera del Ebro queda fuera del tratamiento (lo mismo ocurre en zonas de gran prevalencia como las vegas de los ríos Cinca y Alcanadre). Por otro lado, son varios los expertos que denuncian que la dirección de Salud Pública del Gobierno de Aragón ha dejado de invertir en el control de este insecto, denuncia a la que se suma ANATUR.

Desde ANATUR queremos resaltar la necesidad de ampliar el tratamiento a todas las regiones afectadas por la mosca negra y no sólo al Ebro y afluentes a su paso por la ciudad de Zaragoza. Estas actuaciones son especialmente necesarias en aquellas zonas donde las explotaciones ganaderas han sufrido daños cuantiosos. Además, desde ANATUR denunciamos que la proliferación de la mosca negra no sólo afecta al sector primario por sus ataques al ganado, sino que su mordedura puede causar también serios problemas a las personas que trabajan en el campo. Esto es especialmente grave durante la recogida de la fruta, ya que dificulta sobremanera la labor de los agricultores, sobre todo aquellos que faenan cerca de las riveras de los ríos. Aunque la mordedura de la mosca negra es indolora al principio (ya que segrega compuestos anestésicos, vasodilatadores y anticoagulantes), enseguida se torna en una herida sangrante e inflamada, extremadamente dolorosa hasta el punto de que personas con sensibilidad pueden necesitar de atención médica de urgencia (y que en Cataluña y Aragón suman miles cada año).

Desde ANATUR exigimos que la administración cese en su desidia contra ganaderos y agricultores afectados por la mosca negra, y actúe en consecuencia ampliando los tratamientos con larvicidas a todas aquellas zonas donde exista presencia de este insecto.

 

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